viernes, 27 de junio de 2014

Aventuras de un filatelista mexicano en Austria Pt. 1

Hola, mi nombre es Marco y me he auto-nombrado reportero honorario del MUFI en Viena donde vivo desde hace algunos años. Con Oaxaca tengo un vínculo especial ya que ahí comencé a coleccionar sellos (timbres, estampillas) postales durante mi adolescencia.
















Como ocurre con muchos de nosotros, desafortunadamente al llegar a la juventud la pasión por mantener viva nuestra colección decrece y frecuentemente se adormece o muere. A mí me ocurrió lo primero: durante mucho tiempo mi pasatiempo languideció dentro de una caja que, sin embargo, estoicamente resistió varios cambios de domicilio.

Durante una estancia que tuve en Italia la filatelia volvió a aparecer en mi vida y logró que dedicara algún tiempo para incrementar la colección e iniciar a ordenarla.

Nueva larga pausa durante mi regreso a México; con una brillante pero corta pausa: durante una visita a la Ciudad de Oaxaca descubrí el MUFI.

Pero la filatelia es una pasión tan fuerte que a la menor provocación logra retoñar para producir enormes satisfacciones. Nos ayuda a relajarnos y a mejorar nuestra concentración; nos motiva a aprender; nos permite conocer Historia, Geografía, Literatura, Arte y mucho más sobre la cultura –la nuestra y la de muchos otros países-.

¡Cuántas cosas se encierran en esos pequeños trozos de papel!

El despertar de una larga hibernación ocurrió el día menos pensado. Ya viviendo en Austria, durante un lluvioso día en que disfrutábamos las vacaciones invernales visitando Zagreb, casi por casualidad, nos encontramos frente a la Oficina Central de Correos. Decidimos entrar a conocer el edificio y tratar de enviar algunas postales a México.

















Sin saber leer o hablar Croata era un poco difícil ubicar la ventanilla de venta de estampillas, (en Croacia, como en muchos países de Europa, la empresa de Correos ofrece también servicios financieros; entonces hay muchas ventanillas para atención al público que únicamente operan como sucursales bancarias) pero amablemente una persona –cliente- nos dijo en Inglés dónde era y como no queriendo nos dijo: “Hoy hay una emisión nueva y están colocando el matasello de Primer Día de Emisión”. Conseguimos un sobre, compramos el sello conmemorativo de los 700 años del estatuto de Lastovo y logramos que aplicaran el matasello alusivo de Primer Día de Emisión.

















Fue tal la excitación de mis hijos por ese pequeño logro inesperado, que al regresar a casa decidimos investigar un poco acerca de la filatelia en Viena y descubrimos que en la ciudad hay una enorme cultura al respecto, que ha logrado que la pasión retorne y la colección vuelva a la vida.

Mi intención es contar nuestras experiencias aquí como una contribución a generar ideas que nos ayuden en México a promover la filatelia como uno de los medios más efectivo –y además divertido- de aumentar nuestra cultura y visión del mundo entero.

Día de Puertas abiertas

Hoy quisiera compartir con Ustedes cómo un coleccionista común vive una de las actividades filatélicas más importantes del año en Viena: el Día de Puertas Abiertas que organiza la Asociación Austriaca de Clubes Filatélicos.

Todo puede iniciar cuando nos enteramos de que se realizará un evento que permite visitar la sede de la Asociación. La información al respecto aparece en todos los medios a los que usualmente los coleccionistas tenemos acceso: folletos en las oficinas postales y en los clubes filatélicos, avisos en los sitios en Internet tanto de los clubes como de la propia Asociación, pero sobre todo mediante la revista que publica mensualmente la Asociación –llamada “Die Briefmarke” o sea “El sello postal”-. (En otro capítulo platicaré en detalle sobre la revista) y que según mi opinión es el medio de divulgación más difundido y eficaz... (consulta la segunda parte en nuestro siguiente boletín)





No hay comentarios:

Publicar un comentario