domingo, 7 de abril de 2013

"El verdadero sentido del coleccionismo"




Alan Armengol García Aguayo

Los seres humanos, siempre buscamos algún “elemento” que funcione como nuestro diferenciador en la sociedad y que forme parte de nuestra identidad. Las afinidades, hobbies, gustos y aficiones son elementos que nos hacen únicos y le dan sentido a nuestros días, llegan a ser parte del crecimiento personal y profesional, se crece con ello, se perfecciona al paso de los años, alimentando siempre nuestra vida.

Por ello, desde pequeños, nos vemos motivados a elegir alguna afición, que nos ayude a destacar dentro de nuestro círculo de amigos. El coleccionismo es una de las mejores opciones que se nos presentan y es así como grandes coleccionistas iniciaron su tarea, motivados por poseer una colección única, que se convierta en parte importante de su vida, e incluso, que sea envidiada por los demás.

Pero cuando escuchamos la palabra “coleccionismo” es inevitable pensar en el hecho de guardar piezas u objetos, los cuales ocupan cierto espacio de la habitación de algún coleccionista. En ocasiones muchos confunden el coleccionismo con la acumulación, pues existen personas que solo guardan objetos de una misma categoría sin orden, colocándolos en cajas y sin agregar un sentido. Por ello, cualquier persona interesada en tener una colección debe plantearse previamente un plan como línea de acción para estructurar las piezas a coleccionar y un modelo de organización que facilite dicha actividad.


Acumular es guardar objetos por el simple hecho de almacenar, mientras que el coleccionismo es guardar con un objetivo, dando el orden mencionado y sobretodo una segmentación y especialización de lo que deseamos reunir, que lo haga “diferente”. Por ello, el coleccionismo se define como una gran afición.

A lo largo de la historia, el coleccionismo se ha posicionado como un medio  que permite a las personas trascender. Muestra de ello es la colección "Personajes en la filatelia" de Alfonso Noriega Cantú, que se exhibe de manera temporal en el Museo de Filatelia de Oaxaca, colección que destaca por ser un gran legado cultural, que no solo inmortaliza a los personajes que ahí aparecen, sino al coleccionista mismo. Esta colección permite al visitante viajar a través de la historia universal, conociendo los más destacados personajes y sus aportaciones al mundo, a través de una minuciosa colección filatélica que cuenta con piezas de más de 60 países y algunos territorios en ocupación.

La colección consta de 7 álbumes, con un total de 5,334 timbres postales, 56 hojas recuerdo y 10 planillas. Todo organizado en 568 hojas coleccionadoras. Dando una meticulosa organización, iniciando de manera alfabética con Afganistán y terminando con Yugoslavia, al interior de cada país el coleccionista ordenó los timbres de manera cronológica y en ese mismo orden se encuentran exhibidos en la sala del museo.

Lo anterior demuestra el tiempo y el gran empeño que Noriega Cantú dedicó a esta colección, durante 9 años de su vida, iniciada en 1953.

El visitar esta exposición es también una oportunidad de conocer más sobre Alfonso Noriega Cantú, pues en su trabajo, destaca el número de personajes afines a sus corrientes ideológicas, políticas y artísticas. Cada hoja es un reflejo del perfeccionismo y del amor a la filatelia del coleccionista.
El MUFI te invita a que descubras el verdadero sentido del coleccionismo: “preservar piezas valiosas con el objetivo de trascender y contribuir con ello a enriquecer los conocimientos de las nuevas generaciones”.

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