Hola, mi nombre es Marco
y me he auto-nombrado reportero honorario del MUFI en Viena donde vivo desde
hace algunos años. Con Oaxaca tengo un vínculo especial ya que ahí comencé a coleccionar
sellos (timbres, estampillas) postales durante mi adolescencia.
Como ocurre con muchos de nosotros, desafortunadamente al llegar a la juventud la pasión por mantener viva nuestra colección decrece y frecuentemente se adormece o muere. A mí me ocurrió lo primero: durante mucho tiempo mi pasatiempo languideció dentro de una caja que, sin embargo, estoicamente resistió varios cambios de domicilio.
Durante una estancia que
tuve en Italia la filatelia volvió a aparecer en mi vida y logró que dedicara
algún tiempo para incrementar la colección e iniciar a ordenarla.
Nueva larga pausa durante
mi regreso a México; con una brillante pero corta pausa: durante una visita a
la Ciudad de Oaxaca descubrí el MUFI.
Pero la filatelia es una
pasión tan fuerte que a la menor provocación logra retoñar para producir
enormes satisfacciones. Nos ayuda a relajarnos y a mejorar nuestra
concentración; nos motiva a aprender; nos permite conocer Historia, Geografía,
Literatura, Arte y mucho más sobre la cultura –la nuestra y la de muchos otros
países-.
¡Cuántas cosas se
encierran en esos pequeños trozos de papel!
El despertar de una larga
hibernación ocurrió el día menos pensado. Ya viviendo en Austria, durante un
lluvioso día en que disfrutábamos las vacaciones invernales visitando Zagreb,
casi por casualidad, nos encontramos frente a la Oficina Central de Correos.
Decidimos entrar a conocer el edificio y tratar de enviar algunas postales a
México.
Sin saber leer o hablar Croata era un poco difícil ubicar la ventanilla de venta de estampillas, (en Croacia, como en muchos países de Europa, la empresa de Correos ofrece también servicios financieros; entonces hay muchas ventanillas para atención al público que únicamente operan como sucursales bancarias) pero amablemente una persona –cliente- nos dijo en Inglés dónde era y como no queriendo nos dijo: “Hoy hay una emisión nueva y están colocando el matasello de Primer Día de Emisión”. Conseguimos un sobre, compramos el sello conmemorativo de los 700 años del estatuto de Lastovo y logramos que aplicaran el matasello alusivo de Primer Día de Emisión.
Fue tal la excitación de mis hijos por ese pequeño logro inesperado, que al regresar a casa decidimos investigar un poco acerca de la filatelia en Viena y descubrimos que en la ciudad hay una enorme cultura al respecto, que ha logrado que la pasión retorne y la colección vuelva a la vida.
Mi intención es contar
nuestras experiencias aquí como una contribución a generar ideas que nos ayuden
en México a promover la filatelia como uno de los medios más efectivo –y además
divertido- de aumentar nuestra cultura y visión del mundo entero.
Hoy quisiera compartir
con Ustedes cómo un coleccionista común vive una de las actividades filatélicas
más importantes del año en Viena: el Día de Puertas Abiertas que organiza la
Asociación Austriaca de Clubes Filatélicos.
Todo puede iniciar cuando
nos enteramos de que se realizará un evento que permite visitar la sede de la
Asociación. La información al respecto aparece en todos los medios a los que
usualmente los coleccionistas tenemos acceso: folletos en las oficinas postales
y en los clubes filatélicos, avisos en los sitios en Internet tanto de los
clubes como de la propia Asociación, pero sobre todo mediante la revista que
publica mensualmente la Asociación –llamada “Die Briefmarke” o sea “El sello
postal”-. (En otro capítulo platicaré en detalle sobre la revista) y que según
mi opinión es el medio de divulgación más difundido y eficaz... (consulta la segunda parte en nuestro siguiente boletín)