sábado, 29 de enero de 2011

La época de oro de las postales en México

UN ACERCAMIENTO AL TEXTO CHARLES B. WAITE. LA ÉPOCA DE ORO DE LAS POSTALES EN MÉXICO

EN EL acervo bibliográfico de la biblioteca del MUFI, se encuentra un libro titulado Charles B. Waite. La época de oro de las postales en México. La investigación corre a cargo de Francisco Montellano y está dividida en tres apartados.

El primero se titula “Breve historia de las tarjetas postales” y hace mención a la primera aparición de las tarjetas postales en 1869, la propuesta fue hecha por el doctor Emmanuel Hermman, originario de Viena, “se puso en circulación el 1º de octubre de 1969, bajo la forma de entero postal; es decir, con sello impreso en la tarjeta y editada por la Dirección General de Correos” (Montellano: Charles, 1998, p. 9). El uso de las tarjetas postales se popularizó por los turistas, pero con el estallido de la guerra franco-prusiana el uso de lenguaje cifrado era común y permitía que la comunicación fuera ininterrumpida debido a que en la tarjetería postal no es necesario ocultar la correspondencia en un sobre.

Al concluir la guerra, impresores alemanes, franceses y estadounidenses aprovecharon su ventaja tecnológica para reproducir litografías en color, en las cuales se imprimían vistas de diferentes ciudades del mundo, después se empleó el fotograbado y el uso de las tarjetas postales se hizo popular debido a su bajo costo.

Antes de 1907 el mensaje de las tarjetas postales se escribía sobre las fotografías y en el reverso se anotaba solamente los datos del destinatario, ese año se introdujeron, al reverso, unas líneas en donde se podía escribir el mensaje, dejando la fotografía libre.

El segundo capítulo trata sobre el coleccionismo y en él da cuenta de cómo, a finales del siglo XIX, comenzó el coleccionismo de las tarjetas postales. En 1899 se creó el Poste-Card Club, la primera asociación de intercambio de tarjetas postales.

El tercer capítulo que es el más extenso, fue nombrado como el título de la obra, en él se describe la influencia que la tarjetería postal tuvo en nuestro país, llegando existir dos tiendas de prestigio en las que la población podía adquirirlas. Las tarjetas postales se imprimían con versos de los poetas de la época como Manuel Acuña y Luis G. Urbina, además de contar con las fotografías de C. B. Waite, Miret, Kahlo, Scott, Percy S. Cox, Carmichael y Ramos.

Entre estos fotógrafos destacó el estadounidense Charles B. Waite, que al ser un viajero incansable, conseguía imágenes de toda la república, “La vida de Waite corresponde a la de los personajes aventureros, valientes exploradores de espíritu romántico y conciencia materialista, que recorrieron el mundo desconocido hasta entonces para descubrir sus riquezas e inventar paraísos” (Montellano: Charles, 1998, p. 23).

Charles B. Waite fotografió la zona arqueológica de Mitla, haciendas, fauna y flora del país, sus habitantes y condiciones de vida, “dejó muestra de las cosas que lo asombraron con su enorme colección de fotografías dedicadas a las poblaciones de la república, oficios, paisajes, mujeres y niños” (Montellano: Charles, 1998, p. 27). Waite vivió en México durante por lo menos diecisiete años, emigró a raíz del movimiento revolucionario.

El texto es rico no sólo en imágenes, también en referencias bien documentadas ya que el autor cita periódicos de la época, como: El mundo ilustrado, El imparcial, el Universal, y esto le da mayor riqueza a la historia que se cuenta. Los invito a que conozcan esta obra interesante por sí misma y a que descubran una parte de la historia de la tarjeta postal, a veces ni siquiera nos imaginamos que fotógrafos de postales, como Charles B. Waite, hubieran llevado una vida tan cambiante y llena de aventuras.


Biaani Sandoval Toledo

BIBLIOTECA MUFI

martes, 25 de enero de 2011


George V and the G.P.O.
Stamps, Conflict & Creativity

La biblioteca del MUFI, te invita a que conozcas un nuevo libro de su acervo, titulado “George V and the G.P.O.” , escrito por Douglas N. Muir y editado por The British Postal Museum & Archive, esta primera edición de 2010, conmemora el centenario de la ascensión al trono del Rey Jorge V, de Inglaterra, mejor conocido como el Rey filatelista.
Douglas N. Muir, curador del archivo del Museo Filatélico de Inglaterra, narra de manera detallada la forma en que las estampillas británicas fueron producidas y distribuidas en el periodo de desarrollo del correo aéreo, y la forma en que trabajó la oficina de correos en tiempos de guerra.
El 6 de mayo de 1910, en el LXX aniversario de la emisión del Penny Black, comenzó el reinado de Jorge V, el cual duró solamente 25 años, murió a la edad de 70, poco después de la conmemoración de su Jubileo de plata. Durante su reinado el imperio inglés alcanzó el cenit, antes de la primera Guerra Mundial, poseía grandes extensiones, llegando a abarcar una cuarta parte del globo.
Dos retratos del rey fueron usados en las estampillas inglesas; ambos se basaban en las fotografías de W. y D. Downey, los fotógrafos de la corte. La primera que se conoce es la de un perfil de ¾ de la cabeza del rey, que fue escogida por él mismo y por la reina Mary, su esposa. JAC Harrison grabó los modelos y Royal Mint hizo la placa, ambos y los nuevos impresores Harrison e hijos Ltd., carecían de experiencia en la impresión de estampillas, así que las estampas con valor facial de ½ penique y la de 1 penique, usadas el primer día de la coronación, fueron un desastre. El rostro retratado tuvo que cambiarse por un perfil tomado de las monedas y las medallas de Bertram Mackennal.
Para celebrar la coronación del rey, el 9 de septiembre de 1911, se realizó un experimento especial de servicio postal aéreo, el cual consistió en realizar un vuelo del aeródromo de Hendon al de Windsor, este primer vuelo fue hecho por Gustav Hammel en el monoplano Blériot. Después de una jornada que duró 12 y medio minutos, el plano aterrizó en los suelos del castillo Windsor.
El rey Jorge V estaba muy interesado en todos los aspectos del proceso de una carta, él era quien tenía que aprobar los diseños de las estampillas, por ello los colores, pruebas y bocetos eran examinados detalladamente. En 1912, la oficina de correos contaba con 238, 811 empleados en el Reino Unido (incluida Irlanda), entre ellos 56,000 mujeres.
Debido a la Primera Guerra Mundial, las actividades postales también se vieron dislocadas. Inicialmente en la oficina de correos de la armada despachaban 300 oficiales y hombres que establecían comunicación con la Fuerza Expedicionaria Británica. Pero al final de la guerra estos eran 4000. Un máximo de 12 millones de cartas y un millón de paquetes eran enviados por semana.
En un momento en que hubo tensión con Alemania por un levantamiento naval, nació un diseño postal creado por Bertam Macknnal en el cual representaba a la futura Bretaña subida en un carricoche romano que era jalado por tres caballos cuyas patas forcejean entre las olas del mar, evidentemente fue usado como símbolo de la fuerza de la Inglaterra imperial. Este diseño incluyó muchas alusiones clásicas, desde la figura de Bretaña vestida con escudo y tridente, hasta la aparición de Apolo, el dios griego, conduciendo al sol en su carro a través de los cielos.
Otra de las innovaciones en el envío y repartición de correspondencia fue el empleo de trenes subterráneos. Las carreteras de las grandes ciudades estaban congestionadas, por ello la manera más rápida de transportar la correspondencia fue por este medio, que conectaba las estaciones de varios distritos del territorio inglés.
En 1924 para celebrar la diversidad y la extensión del imperio, se montó una gran exposición en Wembley, al norte de Londres, ésta fue inaugurada por el rey el 23 de abril. Para la exhibición fueron construidos, con hierro y concreto, unos palacios enormes con la más avanzada tecnología e industria, y unos estadios para los eventos deportivos. Dentro de la exposición, el pabellón que gobernaba era la galería de la oficina postal, en ella se mostraba el equipo telefónico y un modelo del tren subterráneo construido en Londres.
Las primeras estampas conmemorativas de Inglaterra fueron diseñadas por Harold Nelson. El diseño con valor facial de 1 penique y de 1 ½ peniques, era el mismo, el león “Wenbley” acompañado por un sol naciente.
Después de la guerra, a la oficina postal le llevó de 15 a 20 años expandirse dentro de otras áreas, como la radiodifusión; esto se consiguió bajo el auspicio y la inspiración del buen nombre de Sir Stephen Tallents, un hombre con “iniciativa, visión y un gran manejo del poder”, habilidoso y entusiasta de la publicidad. Cuando el Empire Marketing Board (EMP) llegó a su fin, en 1933, el puesto de jefe de la oficina de relaciones públicas fue ocupado por él y la GPO. Él trajo con su experiencia las compañías de prensa y carteles, y a la EMB Film Unit de John Grierson. La oficina de correos creada por Tallents y la GPO film Unit, llegó a alcanzar fama debido a sus documentales experimentales como Night Mail.
En 1935 el Rey Jorge V celebró su Jubileo de plata; para enmarcar la ocasión, el tema puesto en las estampas de Inglaterra y en todo el imperio (con excepción del Estado libre de Irlanda y palestina), fue precisamente el del jubileo. Para las estampas de las colonias se utilizó un diseño común representando el castillo Windsor. Entre los artistas que presentaron sus diseños para las estampillas británicas estaban Edmund Dulac, Macdonald Gill y Rex Whistler.
El diseño favorito fue de Barnett Freedman, estaba compuesto de varios símbolos que rodeaban el retrato del rey hecho por Mackennal. Freedman explicó posteriormente que el laurel simbolizaba el triunfo y la gratificación, el olivo la paz y la buena voluntad y el roble significaba la fortaleza y la estabilidad. La estampilla fue impresa en fotograbado.
El 20 de enero de 1936, a la edad de 70 años, el rey Jorge V, falleció, al día siguiente de su muerte la corte de la oficina postal envió 20,000 palabras de condolencia. Al funeral acudieron multitudes, su cuerpo fue llevado en el tren de la estación Westminster Hall a Paddington, y de ahí a Windsor donde fue enterrado en la capilla de San Jorge.
Filatélicamente, Jorge V dejó un gran legado. Algunas de las estampillas más apreciadas de Inglaterra fueron producidas durante su mandato. Aunque, a menudo, los diseños eran bastante serios y pasados de moda, también fueron fundamentales, en cuanto constituyen un punto lleno de detalles interesantes.
El año pasado, en el marco del centenario de la ascensión al trono del Rey Jorge V, se publicó este libro tan completo que da a conocer, por primera vez, imágenes del archivo de la oficina de correos inglesa, no publicadas anteriormente, es pues, una joya dentro de la literatura filatélica que te invitamos a compartir con nosotros.

Biaani Sandoval Toledo
BIBLIOTECA MUFI